En primavera y verano: Piel más oscura y cabello más claro
Como el caracol que «saca sus cuernos para ver el sol», con la llegada de la primavera y las cada vez más flexibles restricciones frente a la COVID-19, vemos las terrazas, parques y espacios al aire libre llenos de personas en busca de unos rayos de sol. Y es que después de varios meses de frío y lluvia, las altas temperaturas se abren paso. Cuando llevemos unas semanas expuestos a él, nuestro cabello comenzará a clarear y, por el contrario, la piel se tornará más oscura. ¿Por qué esta distinta reacción ante la exposición a un mismo fenómeno? La diferencia radica en que la melanina, que es el pigmento que nos protege del sol, funciona de forma distinta.
Cuando los rayos ultravioleta impactan sobre nuestra piel, esta se defiende a través de unas células llamadas melanocitos para que produzcan melanina, la molécula que los absorbe y que tiene un color oscuro. De esta forma, la melanina se renueva una y otra vez, protege a la piel de quemaduras y la va bronceando progresivamente.
El cabello, por su parte, está formado por células sin vida que pierden la melanina al exponerse al sol, y es por ello que acaba decolorándose. Para volver a tener una melena con nuestro color, deberemos esperar a que esta crezca para observar el pigmento protector recién producido. Por el contrario, como ya avanzábamos, las células de la piel están vivas y reaccionan a los rayos UV, lo que produce el bronceado.
A pesar de que nuestro organismo sea capaz de reaccionar a los rayos ultravioleta para proteger la piel, una intensa y prolongada exposición al sol puede derivar en graves problemas que todos conocemos. Queremos recordarte la importancia de protegerte del sol, incluso cuando tu piel ya está bronceada.